Las ventas de turismos en Castilla y León apenas crecen un 0,7%
Ávila y Segovia lideran el crecimiento de ventas, mientras Valladolid y Soria sufren las mayores caídas
Las ventas de turismos en Castilla y León alcanzaron la cifra de 14.932 unidades en los primeros ocho meses de 2024, un pequeño incremento del 0,7% respecto al año anterior. Este leve crecimiento contrasta con el 4,5% registrado en el conjunto del país. Agosto, en particular, fue negativo para la región, con un descenso del 2% en las matriculaciones.
Evolución del mercado automovilístico en Castilla y León
En los ocho primeros meses de 2024, la comunidad castellanoleonesa ha tenido un aumento del 0,7% en las ventas de turismos, con 14.932 unidades matriculadas. Este crecimiento es comparablemente menor al 4,5% de media nacional, dando a ver un mercado inmovilizado. Durante el mes de agosto, se matricularon 1.523 vehículos en la región, lo que supone una bajada del 2% respecto al mismo mes del año pasado, según los datos proporcionados por Faconauto, Anfac y Ganvam.
Comportamiento desigual por provincias
El seguimiento de las ventas en Castilla y León ha sido desigual según la provincia. Ávila y Segovia llaman la atención con incrementos del 9,60% y 9,02%, respectivamente. León y Burgos también han mostrado un crecimiento positivo, con aumentos del 5,53% y 4,80%. Por el contrario, Valladolid sufrió la mayor caída, con un descenso del 6,86%, seguida de Soria, que bajó un 4,22%. Zamora, Salamanca y Palencia también vieron bajadas, aunque menos pronunciadas.
Opiniones de expertos: ¿Qué está pasando?
Félix García, director de comunicación y marketing de Anfac, observa que el estancamiento en las ventas es preocupante y achaca la situación al “ruido” en contra del uso del coche privado. Raúl Morales, de Faconauto, declara la importancia del canal de particulares, que representó el 60% de las ventas, pero señala la desaceleración en la matriculación de vehículos electrificados. Tania Puche, de Ganvam, subraya que el mercado no veía un agosto tan negativo desde 2021, influenciado por la lentitud en la renovación de flotas y la ralentización en la adopción del coche eléctrico.