La tasa de emancipación juvenil desciende en Castilla y León

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La región se enfrenta a desafíos con una de las tasas de emancipación más bajas del país y un mercado laboral difícil para los jóvenes

La tasa de emancipación juvenil desciende en Castilla y León, llegando solo a un 15,8% en el segundo semestre de 2023, una leve caída en comparación con el año pasado. A nivel nacional la cifra crece llegando hasta el 17%, mostrando una mejoría que no se refleja en la comunidad. Con una creciente temporalidad laboral y un paro juvenil en crecimiento, la situación para los jóvenes en Castilla y León se vuelve cada vez más difícil, a pesar de ser una de las regiones donde es más económico vivir por cuenta propia.

Jóvenes de Castilla y León: menos emancipación, más problemas

La tasa de emancipación juvenil desciende en Castilla y León, lo que sitúa a la región entre las más postergadas de España en este aspecto. Con un 15,8%, la comunidad está solo por encima de Extremadura y Cantabria, que tienen las cifras más bajas. A nivel nacional, la tendencia es positiva, con un 17% de jóvenes que han conseguido independizarse, pero Castilla y León no parece beneficiarse de esta mejora.

Un mercado laboral que no da tregua

El mercado laboral continua siendo un desafío para los jóvenes de la región. La temporalidad afecta a casi el 40% de los trabajadores jóvenes, y lo que es aún más alarmante, el paro juvenil ha crecido en Castilla y León, una anormalidad en comparación con el panorama a nivel nacional. Estas condiciones laborales precarias hace que los jóvenes no puedan plantearse emanciparse y vivir de manera independiente.

Vivir solo en Castilla y León: ¿realmente más fácil?

Aunque Castilla y León llama la atención por ser una de las comunidades donde es más rentable alquilar un piso en solitario, esta “ventaja” se desinfla cuando se observa que el alquiler representa más del 60% del salario de un joven medio. En otras regiones como Canarias o Madrid, la situación es aún peor, con alquileres que superan el 100% del salario juvenil. Sin embargo, este escenario refleja que, aunque en Castilla y León pueda parecer más fácil vivir solo, la realidad es que muchos jóvenes no pueden permitírselo.