Los ríos de Castilla y León, en alerta por el riesgo de desbordamiento
Los ríos de Castilla y León han experimentado un notable aumento de su caudal en los últimos días, debido a las intensas precipitaciones y al deshielo de la nieve acumulada en las montañas.
Esta situación ha provocado que varios tramos fluviales se encuentren en situación de alerta o prealerta por el riesgo de desbordamiento, según el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Duero.
Entre los ríos más afectados se encuentran el Duero, el Esla, el Pisuerga, el Órbigo, el Tormes y el Adaja, que atraviesan las provincias de Soria, Burgos, Palencia, Valladolid, Zamora, León, Salamanca y Ávila. Algunas de las localidades que se han visto amenazadas por la crecida de los ríos son Almazán, Aranda de Duero, Valladolid, Toro, Benavente, León, Salamanca y Ávila.
Ante esta situación, las autoridades han activado los planes de emergencia y han recomendado a la población que extreme las precauciones y que evite acercarse a las riberas de los ríos, así como cruzar puentes o vados que puedan estar anegados.
También se aconseja retirar los vehículos y los enseres que puedan ser arrastrados por el agua y seguir las indicaciones de Protección Civil y de los servicios de emergencia. Los ríos de Castilla y León son una parte esencial del patrimonio natural y cultural de la región, que alberga más de 200 embalses y el histórico Canal de Castilla.
Sin embargo, también pueden suponer un riesgo para la seguridad de las personas y los bienes cuando se producen fenómenos meteorológicos adversos que alteran su cauce.
Por ello, es importante estar informado de la situación hidrológica y actuar con responsabilidad y prudencia ante posibles inundaciones.