Dinamismo del mercado residencial: En abril se completaron más de 54.000 transacciones de compraventa, la mejor cifra registrada para viviendas de segunda mano. La Semana Santa ralentizó ligeramente el ritmo, pero no impidió un nuevo aumento interanual.
Abril cerró con 54.318 ventas de viviendas, un 2,3% más que el mismo mes del año anterior, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Si bien este fue el décimo mes consecutivo de crecimiento, el aumento se ralentizó en comparación con marzo, principalmente debido al efecto de la Semana Santa. Aun así, se mantiene un dinamismo del mercado residencial que sigue sorprendiendo por su resistencia.
Cabe destacar especialmente el desarrollo de viviendas de segunda mano, con 42.908 transacciones, un récord histórico para abril. La construcción residencial nueva también se mantuvo sólida, registrando 11.410 transacciones, la cifra más alta desde 2010.
Fuentes del sector indican que el ligero descenso respecto al mes anterior (-13,5%) se debe a causas temporales. Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, enfatiza que «la desaceleración está relacionada con la Semana Santa y no se debe a un cambio estructural». La patronal FADEI también descarta una desaceleración real y prevé un retorno al crecimiento de dos dígitos en los próximos meses.
Los datos de los primeros cuatro meses del año respaldan esta teoría: las transacciones aumentaron un 15,9% interanual, con un incremento de la obra nueva del 29,4% y la segunda mano del 12,5%. Si este ritmo continúa, 2025 podría cerrar con el mayor volumen de ventas desde 2007.
FADEI celebra que la vivienda de obra nueva esté ganando importancia en la dinámica actual del mercado inmobiliario. La demanda exige calidad y eficiencia energética, en contraste con el envejecimiento del parque inmobiliario. «Una mayor actividad constructora ayudará a controlar los precios y a abordar el déficit de oferta actual», afirma la asociación.
Según María Matos, jefa de investigación de Fotocasa, el optimismo del comprador y la bajada del euríbor influyen en las decisiones de compra. Las condiciones hipotecarias están mejorando, las tasas de ahorro están aumentando y medidas como los avales del ICO están animando a los jóvenes y a las familias.
La escasez de pisos de alquiler y la percepción de la vivienda como un refugio seguro, a su vez, están aumentando el atractivo de la compra. Para Iñareta, dada la fuerte demanda y la oferta limitada, «es muy improbable que los precios bajen a corto plazo».
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