El regreso del lince ibérico a Castilla y León está previsto para 2025, con la reintroducción de estos felinos en las comarcas del Cerrato Palentino y los Cañones del Duero en Zamora. La Junta, mediante la Consejería de Medio Ambiente, organiza un proyecto de 1,9 millones de euros en el que se incluyen mejoras de hábitat, acuerdos con propietarios y evaluación de riesgos.
La Junta de Castilla y León ha incrementado sus esfuerzos para conseguir el regreso del lince ibérico, que desapareció de la región hace cuatro décadas. Desde 2022, la Consejería de Medio Ambiente se ha dedicado a delimitar áreas con densidad alta de conejos y hábitats propicios. Se han identificado 13 áreas, de las cuales se seleccionaron el Cerrato Palentino y los Cañones del Duero en Zamora. Este año, el área de trabajo en el Cerrato Palentino se ha ampliado, comprendiendo zonas nuevas y reconsiderando áreas identificadas con anterioridad.
Entre agosto y septiembre de este año 2024, se están terminando trabajos preparatorios, como la valoración social del proyecto, acuerdos de colaboración con propietarios de fincas y evaluación de riesgos de atropellos y otras causas de mortalidad no natural. Estos esfuerzos garantizan que las condiciones para el regreso del lince ibérico sean las más óptimas.
Este plan de reintroducción del lince ibérico tieneuna inversión total de 1,9 millones de euros. Este presupuesto se destina a mejoras de hábitat en cotos, fincas y montes de utilidad pública, y a la reducción de la mortalidad no natural. Además, se están desarrollando proyectos de infraestructuras y suministros necesarios, como trampas, jaulas, material veterinario y collares GPS para el seguimiento de los linces.
Parte decisiva del proyecto es la construcción de recintos de aclimatación, donde los linces pasarán un mes antes de ser liberados en su hábitat natural. La Junta está también organizando mudas de cuarentena para chequeos sanitarios. Estos recintos y mudas son primordiales para asegurar el éxito del regreso del lince ibérico.
El regreso del lince ibérico no solo beneficiará la conservación de una especie en peligro, sino que también traerá consigo beneficios ecológicos y socioeconómicos a la región castellanoleonesa. El lince es un excelente controlador de depredadores generalistas, lo que contribuirá al equilibrio de los ecosistemas locales. Además, no afecta significativamente a la ganadería y puede incluso beneficiar la agricultura al controlar la sobrepoblación de conejos.
En el ámbito económico, el lince ibérico puede atraer turismo de naturaleza y generar inversiones permanentes. La Junta espera que este proyecto se transforme en un motor de desarrollo sostenible para las comarcas involucradas, subrayando la importancia del consenso social y la colaboración entre todos los sectores afectados.
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