Castilla y León cuenta con diferentes alternativas para luchar contra las altas temperaturas del verano, con pozas y ríos que invitan a un chapuzón cuanto menos refrescante. Descubre las piscinas naturales de Castilla y León.
La nueva vida de este antiguo depósito de riego en el Collado de la Palla ha dado como fruto una piscina de manantial del tamaño de la Plaza de Toros de Salamanca, con dos metros de profundidad y 3.000 metros cúbicos de agua. Un santuario para jóvenes y mayores, donde pueden disfrutar de algunos de los mejores productos de la región bajo el dosel de 15000 árboles dispersos por todo el paisaje.
El lago de Sanabria, el más grande de toda España, es una delicia durante los meses más calurosos por sus aguas frescas y un entorno natural como pocos en el país. Cientos de familias visitan esta enorme masa de agua para pasar un día de playa de interior y no echar de menos las playas costeras.
Aquí hay orillas para el gusto de cada bañista. La de Rocas Negras es propicia para la gente que busca un buen trampolín natural desde el que saltar a las profundidades; en el caso de la de Viquiella, su amplitud y calidad de servicios como parque infantil, merendero y hasta un chiringuito la hacen ideal para familias grandes que deciden hacer planes durante la jornada estival; El Folgoso es la ideal para quienes quieren practicar un poco de deporte, ya que dispone de alquiler de embarcaciones de remo o tablas de paddle surf; las playas de Los Enanos y Custa Llago, por su tamaño más pequeño en comparación con otras de las que rodean al lago, son perfectas para quienes prefieren tener más privacidad.
En plena comarca de La Carballeda se ubica esta playa fluvial en la que el descanso está garantizado. Una gran orilla de arena de playa, su zona boscosa, en la que refugiarse de la sombra, y una zona de merenderos y bar son los motivos principales para hacer de este espacio uno de los más cotizados durante el verano zamorano. Asimismo, también se pueden alquilar algunas de las embarcaciones disponibles en el pantalán para dar un rodeo por el embalse de Valparaíso.
En el sur de la cordillera Cántabra, en la localidad burgalesa de Covanera, se encuentra una piscina natural que, como su propio nombre indica, irradia luz gracias al agua cristalina que posee. Todas las miradas se centran en la Poza Azul, una de las piscinas naturales de Burgos con mayor belleza. Se trata de una especie de cala manantial que también tiene una cueva, escondida en plena montaña. En este lugar no solo se puede disfrutar de un buen baño, sino también de un espacio único para hacer actividades diferentes como el buceo.
Comúnmente conocida como el Benidorm de Zamora, esta playa fluvial a las afueras de la ciudad se encuentra escoltada por dos de sus puentes más icónicos -el de los Poetas y el de Piedra- y brinda una de las vistas más hermosas de su horizonte. Un espacio en el que disfrutar de la naturaleza de ribera de una forma cómoda y sin aglomeraciones. En la zona, además, se han dispuesto zonas sombras y merenderos en los que disfrutar de un buen pícnic, y un chiringuito para quienes prefieran acercarse sin tener que ir cargados desde casa.
Las piscinas naturales de Castilla y León son verdaderos oasis que hacen del verano una temporada refrescante e inolvidable. Sumérgete en estas maravillas naturales y descubre cómo Castilla y León hace del verano una temporada inolvidablemente refrescante.
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