Las vacas de Castilla y León volverán a estar sujetas a las mismas medidas de control que otras comunidades para erradicar la tuberculosis bovina. Esto se debe a la publicación de un auto judicial que suspende la orden de la Junta que relajaba dichas medidas de saneamiento. Como resultado, el Ministerio levantó la prohibición que impedía que el ganado abandonara la comunidad autónoma.
El auto del Tribunal Superior de Justicia autonómico, publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad, anula la flexibilización de las medidas de saneamiento bovino emitidas por la Consejería de Agricultura antes de las elecciones del 28 de mayo. Esta orden ministerial provocó que el Ministerio de Agricultura prohibiera a las vacas de Castilla y León, excepto las de Burgos, León y Valladolid, abandonar la comunidad, con el fin de preservar la sanidad animal en España y proteger la reputación de la carne en los mercados internacionales.
El Ministerio presentó un recurso contencioso-administrativo contra la Orden de la Junta, y el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León falló a favor del Ministerio, suspendiendo la orden autonómica y restableciendo los controles de saneamiento previos a la flexibilización.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, ha declarado que la Junta no renunciará a relajar las medidas de saneamiento ganadero en el futuro, pero que esto dependerá de un «nuevo Gobierno» después del 23 de julio. Sin embargo, ha enfatizado que la salud pública no puede ser llevada al extremo y que no se puede matar a todas las vacas para controlar la tuberculosis.
Esta gestión del saneamiento ha generado tensión y desconcierto entre los ganaderos de la Comunidad. Recientemente, se produjo una protesta en Salamanca, donde los manifestantes intentaron ingresar a la sede de la Delegación de la Junta. Esta situación representa el punto más álgido de un conflicto que ha venido aumentando en las últimas semanas entre los ganaderos, los veterinarios y los políticos respecto a las medidas de control de la tuberculosis bovina.
Los ganaderos piden modificaciones en los protocolos de saneamiento y en las pruebas realizadas a sus vacas, argumentando que las pruebas no son completamente precisas y que, por precaución, se envía al matadero ganado que luego se determina que está sano en un segundo análisis.
A pesar de las tensiones entre los ganaderos y los veterinarios, el Sindicato de Veterinarios de Castilla y León (SIVECAL) ha asegurado que siempre han estado del lado de los ganaderos y han publicado informes detallados sobre las irregularidades de la resolución de la Junta.
En respuesta a la frustración expresada por los ganaderos, Unión por la Ganadería ha anunciado que boicoteará los saneamientos a partir del 12 de junio y también paralizará las ferias ganaderas en la provincia, incluyendo la importante feria de Salamanca en septiembre.
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