El Ayuntamiento de Valladolid ha anunciado la zona de bajas emisiones en el centro de la ciudad, acción que no es pionera en Castilla y León. La medida busca reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire para los residentes y visitantes de la ciudad.
La zona de bajas emisiones se espera que entre en vigor a finales de 2023 y abarcará un área de aproximadamente 3,1 kilómetros cuadrados en el centro histórico de la ciudad.
El perímetro de la zona de bajas emisiones comprenda las siguientes calles: Puente Mayor, calle Juana de Castilla, calle Arzobispo José Delicado, Paseo del Hospital Militar, Paseo del Arco de Ladrillo (bis), Paseo del Arco Ladrillo, calle Santa Fe, Paseo Farnesio, Avenida de Segovia, túnel de labradores, calle de la Vía, calle Unión, calle Nicasio Pérez, Plaza de San Juan, calle Huelgas, calle Real De Burgos, Chancillería, calle Gondomar, calle Rondilla de Santa Teresa, calle Mirabel, Plaza de S. Nicolás y vuelta al Puente Mayor. En ellas, se ubicarán las cámaras con lector de matrícula con el fin de poder controlar el acceso al interior del perímetro.
Los vehículos que no cumplen con los criterios establecidos no podrán circular dentro de la zona de emisiones bajas, incluyendo los vehículos diésel que no cumplen con la normativa Euro 6 y los vehículos de gasolina anteriores a la normativa Euro 3. Las excepciones incluyen a los vehículos eléctricos, híbridos, de gas y GLP con etiqueta ambiental CERO y ECO, ya los vehículos de personas con movilidad reducida.
El Ayuntamiento de Valladolid también ha establecido una serie de excepciones para ciertos vehículos y actividades que necesitan acceder a la zona de bajas emisiones, como los accesos a parkings, los servicios de emergencia, los servicios de limpieza y mantenimiento, los vehículos de transporte público, los vehículos de residentes en la zona y otros vehículos autorizados que participen en actos en la vía pública.
Además, el Ayuntamiento ha anunciado un plan de ayudas para la renovación de vehículos destinados a residentes y empresas ubicadas en la zona de bajas emisiones. La ayuda estará disponible para aquellos que cambien su vehículo diésel antiguo por uno eléctrico, híbrido, de gas o GLP.
La creación de la zona de bajas emisiones se enmarca en la estrategia municipal de lucha contra la contaminación y el cambio climático, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire en la ciudad. Además, otras provincias de Castilla y León también han anunciado la creación de una zona de bajas emisiones.
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